En 2017, la Agencia Europea del Medio Ambiente estableció un nuevo índice de la calidad del aire (ICA). Así pues, más de 2.000 estaciones ubicadas alrededor del continente miden las características del aire exterior. Esto demuestra un avance en la concienciación en torno a cómo el aire afecta la salud y el bienestar de la población.
Sin embargo, las personas pasan alrededor del 90 % de su tiempo en edificios. Por esta razón, también es importante poner atención en la calidad del aire interior (IAQ). Conoce, pues, los valores IAQ para garantizar la salud de tus trabajadores dentro de los edificios de tu empresa.
Contaminantes y valores ICA
El ICA utiliza datos en tiempo real para determinar la calidad del aire de forma inmediata. Y, también, permite comprobar la evolución del estado del aire en los últimos meses.
Contaminantes
El ICA tiene en cuenta cinco contaminantes que son especialmente perjudiciales para la salud de las personas y del medioambiente:
- Partículas en suspensión (PM2,5 y PM10)
- Ozono troposférico (O3)
- Dióxido de nitrógeno (NO2)
- Dióxido de azufre (SO2)
Valores
Los valores ICA se clasifican en 6 categorías, dentro de una escala del 0 al 500:
- Buena (de 0 a 50). Estos parámetros resultan óptimos para garantizar el bienestar de las personas.
- Razonablemente buena (de 51 a 100). Son suficientemente buenos para asegurar la salud de toda la población.
- Regular (de 101 a 150). Pueden ser perjudiciales para grupos sensibles como, por ejemplo, personas con problemas respiratorios.
- Desfavorable (de 151 a 200). Pueden ser dañinos para la mayor parte de los ciudadanos.
- Muy desfavorable (de 201 a 300). Resultan altamente perjudiciales para la salud de las personas.
- Extremadamente desfavorable (superior a 300). Son valores peligrosos y ponen en riesgo la vida de la población.
Contaminantes y valores IAQ
En las últimas décadas, el ICA ha mejorado en Europa. Sin embargo, no debemos olvidar la importancia de la calidad del aire interior. De hecho, a veces, el interior de los edificios puede estar de 2 a 5 veces más contaminado que el exterior.
Contaminantes
Por regla general, para medir la IAQ, se analizan los siguientes parámetros:
- Físicos. Como, por ejemplo, el polvo, el polen, la humedad y la temperatura.
- Químicos. Tales como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2), el dióxido de nitrógeno (NO2), el dióxido de azufre (So2) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), entre otros.
- Biológicos. Así como virus, bacterias y hongos.
Valores
Habitualmente, la IAQ se clasifica según el tipo de actividad que se desarrolla en un determinado espacio. Dependiendo de esto, se exigen unos parámetros de renovación del aire y se establece el tipo de filtración necesaria.
- IAQ alta. Los hospitales, laboratorios y otras instalaciones sanitarias precisan de una calidad del aire interior excelente.
- IAQ media. Los centros educativos, oficinas y residencias, entre otros, deben ofrecer un aire de buena calidad.
- IAQ moderada. Los comercios, hoteles, cines, teatros, restaurantes, gimnasios, etc. son espacios que deben ofrecer una calidad del aire suficientemente buena.
- IAQ baja. Una calidad del aire interior deficiente es perjudicial para la salud de las personas, por lo que los espacios no pueden ser ocupados.
La IAQ condiciona nuestro bienestar en el transcurso de nuestro día a día. De hecho, una calidad del aire deficiente puede conllevar problemas de salud física, así como una disminución de la concentración y la productividad. En lugares como los centros educativos esto supone un grave problema, ya que la IAQ puede afectar el aprendizaje de los estudiantes negativamente.
Open Blue Clean Air
Para garantizar unos valores IAQ adecuados, Johnson Controls pone a disposición de sus clientes el paquete de soluciones OpenBlue Clean Air. Un servicio que tiene el objetivo de velar por la salud de las personas en los espacios cerrados, tales como hospitales, laboratorios, escuelas y oficinas.
Así pues, OpenBlue Clean Air incluye innovadoras tecnologías que supervisan y mejoran la calidad del aire interior de los edificios. Como, por ejemplo:
- Ventiladores HEPA. Opciones de filtración para purificar el aire interior. Un ejemplo es la unidad móvil modular de ventiladores HEPA que puede capturar partículas con un tamaño de ≥ 0.03 μm.
- Equipos de climatización HVC. Avanzados métodos de ventilación que se centran en el tratamiento del aire y un correcto control de la temperatura y la humedad. De esta manera, se consigue desestabilizar la transmisión de patógenos.
- Irritación germicida ultravioleta (UVGI) o métodos de ionización bipolar (BPI) para inactivar organismos como bacterias, gérmenes o virus.
Además, OpenBlue Clean Air se puede combinar con los paquetes de soluciones de OpenBlue Healthy Buildings. Un servicio que incluye el uso de tecnologías dedicadas al análisis de datos y la inteligencia artificial.