En los últimos años, diversos establecimientos han empezado a implantar sistemas de venta “Scan & Go”, en el que los propios usuarios son los encargados de escanear el precio de los productos al pasar por caja. Entre 2012 y 2013 la cadena americana Walmart ha ido implementando en gran parte de sus establecimientos una aplicación para iPhone que permite al cliente escanear los productos a la vez que los escoge y abonarlos en caja sin tener que sacarlos del carro. Una vez finalizada la compra, la aplicación genera un código QR con el cual se completará el pago de los productos.
En España, esta innovadora aplicación, que puede acelerar el paso por caja y agilizar la compra, se ha implementado en el supermercado Carrefour de Alcobendas, localidad del norte de Madrid. Es una iniciativa que está gustando a los consumidores, ya que permite evitar colas y llevar un control más preciso de gastos. Pero al mismo tiempo, estos sistemas de venta plantean serias dudas respecto a la seguridad de los productos y la prevención del hurto.
Es evidente que uno de los riesgos del Scan&Go es que los clientes no escaneen todos los productos del carro. En este sentido, se plantean algunas dudas que los comercios tendrán que resolver:
¿Qué ocurre cuando el consumidor se convierte en cajero y tiene la capacidad de finalizar el proceso de compra de manera autónoma?
- ¿Cómo podemos garantizar la seguridad en las transacciones en puntos de venta móviles?
- ¿Aumentará la pérdida desconocida con el punto de venta móvil?
- ¿Cómo podemos comprobar que el consumidor ha pagado todos los productos de su carro?
- ¿Cómo podemos prevenir la sustitución de productos? (cuando el cliente escanea un producto más barato y lo sustituye por uno parecido de mayor coste.)
- ¿Cómo se gestiona la distribución de bolsas de la compra?
Nuevas formas de venta con seguridad
Para resolver estas cuestiones, los comercios no tendrán más remedio que reforzar sus sistemas de seguridad y mejorar la integración. Estas son algunas de las medidas que deberán tomar:
- Aumentar el número de cámaras de vigilancia del establecimiento para cubrir una mayor superficie de la tienda.
- Mayor seguimiento de la actividad por parte de los encargados. Mediante el uso de tablets, los encargados pueden estar más al tanto de todo lo que ocurre en la tienda, consultando en directo lo que graban las cámaras de seguridad.
- Estrechar la colaboración de los profesionales de prevención de pérdidas con los departamentos de operaciones e información, para proporcionar soluciones de seguridad integrada, de forma que todos los sistemas de seguridad funcionen de forma coordinada: protección de artículos, tecnología RFID, Vídeo vigilancia, análisis de vídeo, etc.
- Asegurar la conectividad entre los dispositivos de seguridad. Cuando los dispositivos están conectados entre sí se obtiene una red más inteligente y una tienda más segura.
Al encontrarse aún en proceso de desarrollo e implantación, los puntos de venta móvil todavía no han definido las claves para evitar robos y pérdidas. Se trata de un sistema que proporciona una mayor independencia al cliente y, en cierto modo, el establecimiento está depositando su confianza en la honradez del consumidor. Sin embargo, esto no supone que se reduzca la seguridad, sino que debería ocurrir lo contrario. El aumento de seguridad debe ser lo menos intrusivo posible, ya que la experiencia del cliente en un establecimiento es uno de los elementos más importantes para el éxito o fracaso de un negocio.