Esta nochevieja, mientras el resto de España estaba tomando las uvas, algunos se dedicaban a otros menesteres. Y nos estamos refiriendo al robo de casi 1.000 kilos de hachís que ha tenido lugar en la sede de la Aduana de Huelva. Los autores, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, podrían pertenecer a la misma banda de narcotraficantes a los que se había incautado el alijo. Ya que, por lo visto, es bastante frecuente que los traficantes luego intenten recuperar la droga que se les incauta.
El ministro ha querido dejar claro que, en este caso, no ha fallado el protocolo firmado para la cremación de droga incautada porque el juez aún no había autorizado la destrucción de esa tonelada de hachís. A su juicio, el problema está derivado de la “tardanza” en firmar el protocolo suscrito por los ministerios de Interior y Sanidad y el Consejo General del Poder Judicial para la destrucción de droga. Aunque las dos terceras partes del alijo por lo visto ya se habían destruido, todavía quedaba una cantidad importante. “Tener almacenados miles de kilos de droga era una tentación para todo el mundo, especialmente para los narcotraficantes”, ha reconocido.
La falta de medidas de seguridad
Pero básicamente, y uno de los puntos clave del asunto, es que Fernández Díaz ha reconocido que no es “razonable” que el edificio que albergaba la droga estuviera sin vigilancia y no tuviera las suficientes medidas de seguridad. La Subdelegación del Gobierno de Huelva ha reconocido que el edificio no contaba en el momento de la comisión del robo con la presencia de ningún vigilante de seguridad, aunque desconoce si esa circunstancia es habitual o se trataba de una ausencia puntual. La custodia de la droga depende de la Aduana, y ésta, a su vez, de la Agencia Tributaria.
También ha considerado “muy lamentable” que después “de lo mucho y bien” que trabajan las fuerzas de seguridad en la lucha contra el tráfico de drogas se produzcan robos como el de Huelva o el de hace unos meses en Cádiz. Precisamente, el ministro ha resaltado la puesta en marcha en Andalucía de un segundo crematorio de droga, aunque por razones de seguridad no ha querido concretar el lugar en el que está ubicado.
Desde el Blog de la Seguridad de Tyco queríamos comentar que esta noticia nos recuerda que, incluso en incluso en dependencias judiciales y policiales, son necesarios los sistemas de seguridad electrónicos (Control de accesos, CCTV, sistemas de protección perimetral, etc.) y la seguridad física para disponer de una seguridad adecuada. Evidentemente no se pueden dejar mil kilos de droga sin vigilancia. Aquí, como en todos los ámbitos (y cada uno adecuado a sus necesidades) hay que disponer de todos los elementos de seguridad que se necesiten para mejorar la protección. De primeras el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, ha abogado este miércoles por reforzar la seguridad en la sede de la Aduana de Huelva tras el robo. Seguro que una segunda vez no pasa.