Para el Blog de la Seguridad de ADT cualquier tipo de seguridad es importante, por ello en este post vamos a hablaros sobre seguridad vial. Queremos comentar la noticia en la que el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha pedido agravar las penas en accidentes de coche en los que haya menores. la razón es que siempre hay que tener un cuidado especial con los más pequeños. En particular, ha propuesto que en los casos en que los padres sean multados hasta en tres ocasiones por no llevar a sus hijos en el coche con el sistema de retención adecuado (la “sillita”) sean examinados por el Fiscal de Menores para adoptar medidas de protección, como por ejemplo vigilancia protectora o incluso suspensión de tutela.
En muchos casos en que han fallecido niños en carretera, la tragedia podría haberse evitado si los padres hubieran utilizado un sistema de retención adecuado. Porque además no sólo hay que precuparse por utilizar la “sillita”, sino por utilizarla bien, ya que la mala utilización cuadriplica el riesgo de muerte infantil en casos de accidente. Por eso, la Fiscalía de Seguridad Vial ha elaborado un protocolo específico para estos casos, que se aplicará a partir de ahora, y que obliga, entre otros, a incluir en la autopsia de los menores su peso y su talla para que el fiscal pueda determinar si se habían utilizado los elementos de seguridad adecuados a su edad y envergadura. Si se determina que el menor podía haber salvado la vida, los fiscales pedirán un agravamiento de la pena que podría traducirse, en caso de que además el conductor hubiera cometido un exceso de velocidad o consumido alcohol, en condenas más graves por homicidio imprudente (de 1 a 4 años de prisión y de 1 a 6 de privación del derecho a conducir) o lesiones imprudentes (penas de 6 meses a 2 años de prisión y privación del derecho a conducir de 1 a 4 años). En los casos de imprudencias al volante, que normalmente se traducen en una falta por ser catalogados como imprudencia leve (excesos de velocidad, positivos de alcoholemia y otras faltas no graves) cuando el niño va correctamente sujeto, se podría solicitar por parte de la Fiscalía un agravamiento de la pena hasta considerarlo un delito en caso de que el niño no fuera adecuadamente sujeto.
Los padres serán los responsables
El delito o falta se imputará a los padres o tutores legales del niño que viajen en el vehículo, aunque no conduzcan, porque es a ellos a quien corresponde según el Código Civil “velar por el menor”. El desconocimiento tampoco servirá de excusa. “Los padres estamos obligados a conocer perfectamente los sistemas de protección”, insistió Vargas. En caso de que los padres no viajen con el menor en caso de accidente, como puede ser en un transporte escolar, la Fiscalía está estudiando el tema y no renuncia a responsabilidades penales también para estos terceros.
“Sillitas” en los autobuses y taxis
Se va a proponer que se obligue a llevar a los menores de tres años con sistemas de retención homologados para su edad también en taxis y autobuses urbanos, porque según Vargas la actual legislación en materia de seguridad vial es “excesivamente permisiva” respecto a estos temas. El fiscal ha reconocido también que si las sanciones son importantes, “muchísimo más lo son la educación o la prevención”. Por eso ha pedido una reforma legal para mejorar la educación vial en las escuelas, que es muy escasa.
Consejos para utilizar correctamente la “sillita”
Por último queremos compartir con vosotros algunos consejos importantes para la utilización correcta de la “sillita”. Al comprarla, se debe tener en cuenta el peso y la altura del niño, no sólo su edad. Al sentar al niño, se debe comprobar que el arnés no queda holgado y ajustar las correas a su altura. Y, desde luego, hay que usar siempre el dispositivo de retención adecuado hasta que el niño supere los 135 centímetros de estatura. Porque, como hemos dicho, tan importante es utilizar la “sillita” como utilizarla bien.
Esperamos que las medidas que os hemos comentado en esta noticia sirvan para mejorar la seguridad vial, en especial, por supuesto, la de los más pequeños.
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