“El cambio climático ya afecta de múltiples maneras a todas las regiones de la Tierra. Todo aumento del calentamiento exacerbará los cambios que estamos experimentando” afirma el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Estas afirmaciones terminan de confirmar algo que ya llevamos experimentando desde hace años y nos impulsan a actuar de una vez por todas.
La lucha contra el cambio climático pasará por la reducción drástica, rápida y definitiva de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en especial, de CO2. De esta forma, la descarbonización, sus distintas formas y procesos, serán las protagonistas del profundo cambio político, social y económico al que tendremos que hacer frente en el camino hacia la sostenibilidad. En este artículo profundizaremos en el concepto de descarbonización, qué tipos de descarbonización existen y de qué forma podemos implementarlos.
Descarbonización: tipos y características
La descarbonización es un proceso complejo con muchas facetas, medidas y procesos distintos. José Ángel Peña, subdirector de infraestructuras, servicios, personal y relaciones institucionales del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad Zaragoza, distingue “tres grandes tipos de medidas para evitar que la atmósfera continúe carbonizándose”:
- Limpieza atmosférica: estas medidas están preocupadas por retirar la mayor cantidad de CO2 atmosférico posible.
- Poscombustión: la aparición de las tecnologías de captura, almacenamiento y uso del carbono (CAUC) han abierto todo un universo de posibilidades en el camino de la descarbonización.
- Precombustión: el tipo de descarbonización más útil y en el que nos centraremos en este artículo. Se compone de las medidas que evitan la combustión de carbono en nuestra actividad, eliminando la posibilidad de su emisión a la atmósfera.
Descarbonización: medidas de precombustión
El Pacto Verde Europeo, firmado en 2020, se propone convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro para el año 2050. De esta forma, se persigue la cota zero, entendida como la eliminación total de emisiones de dióxido de carbono, sin poner en riesgo la economía o el bienestar de los sectores sociales más vulnerables.
Uno de los principales focos de acción está puesto sobre la construcción, funcionamiento y mantenimiento de edificios pues su consumo energético supone el 50% de todo el continente. Este campo presenta, a su vez, sus propios retos debido a nuestra constante necesidad de construir nuevos edificios que satisfagan las demandas de nuestro mundo en evolución.
En este sentido, edificios como los centros de datos (imprescindibles para el almacenamiento y gestión de datos que nos permiten conectarnos a Internet o dar uso a tecnologías como la IA) suponen un importante reto en nuestro camino hacia la descarbonización. Por ello, empresas, inversores y usuarios trabajan diariamente para acelerar el proceso hasta la cota zero, sin sacrificar nuestra comodidad o economía.
Edificios sostenibles: el caso de los centros de datos
Nuestra demanda de un acceso constante a la información digital, necesita de centros especializados que funcionen las 24 horas del día, que además los mantengan a una temperatura baja a fin de no sobrecalentar los equipos.
Johnson Controls, la empresa líder mundial en edificios sostenibles, ha desarrollado servicios específicos para centros de datos. De esta forma, las medidas de precombustión se transforman en estrategias concretas adaptadas a las necesidades de empresas, inversores y usuarios.
Si estáis interesados en la tecnología revolucionaria y sostenible, os invitamos a echar un vistazo a OpenBlue de Johnson Controls, todo un ecosistema completo de tecnología, experiencia y servicios conectados que reduce los costes, el consumo energético y la emisión de gases de efecto invernadero de cualquier tipo de edificio.