Consumo de energía en edificios: objetivo descarbonizar el sector

La necesidad de descarbonizar el sector de la construcción se ha vuelto crucial para combatir el cambio climático. Actualmente, los edificios son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea (UE) y del 40% del consumo de energía. Ante este reto, la UE ha establecido nuevas normativas que apuntan a que todos los edificios nuevos sean de cero emisiones para 2030, con el objetivo final de alcanzar la neutralidad climática en 2050.

¿Qué es un edificio de consumo de energía casi nulo?

El concepto de edificio de consumo de energía casi nulo (EECN) se refiere a aquellas construcciones que utilizan una cantidad muy baja de energía, y la mayor parte de esta procede de fuentes renovables. Los EECN no solo son esenciales para reducir la huella de carbono del sector, sino que también ayudan a disminuir las facturas energéticas de los usuarios, lo que resulta en una mayor eficiencia económica.

Este tipo de edificaciones serán la norma para 2030, y las autoridades públicas deberán asegurarse de que sus edificios sean de cero emisiones aún antes, en 2028. Estas medidas no solo son clave para combatir el cambio climático, sino que también buscan enfrentar la pobreza energética que afecta a las familias más vulnerables.

Reducción del consumo de energía: pasos clave para la descarbonización

Una de las estrategias más importantes para alcanzar estos objetivos es la renovación de los edificios que tienen peor rendimiento energético. Para 2030, los países de la UE deberán haber renovado al menos el 16% de los edificios no residenciales más ineficientes y un 26% para 2033. Además, los edificios públicos y privados estarán sujetos a requisitos mínimos de eficiencia energética, lo que implica inversiones significativas en nuevas tecnologías y materiales.

Las renovaciones de edificios residenciales también jugarán un papel crucial. Los países miembros de la UE deberán implementar medidas para asegurar una reducción del consumo de energía primaria de al menos un 16% para 2030, aumentando al 20-22% para 2035. Estas acciones son esenciales para garantizar que los edificios residenciales contribuyan de manera significativa a los objetivos de descarbonización.

Descarbonización del sistema de calefacción

Otro aspecto clave en la lucha por reducir las emisiones de los edificios es la eliminación progresiva de los sistemas de calefacción que dependen de combustibles fósiles. La nueva normativa prohibirá las subvenciones para calderas de combustibles fósiles a partir de 2025, y los países deberán adoptar medidas para descarbonizar sus sistemas de calefacción y refrigeración. Este cambio será fundamental para alcanzar una reducción significativa de las emisiones de carbono en el sector.

En su lugar, se fomentarán soluciones híbridas que utilicen una parte significativa de energía renovable, como la combinación de calderas con paneles solares o bombas de calor. Estas soluciones no solo reducirán las emisiones, sino que también mejorarán la eficiencia energética de los edificios.

El papel de la tecnología en la descarbonización

Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, la tecnología jugará un papel fundamental. Soluciones como las ofrecidas por Johnson Controls a través de su plataforma OpenBlue Enterprise Manager permiten gestionar y optimizar el consumo energético en tiempo real. Esta herramienta ayuda a identificar puntos de alto consumo energético, implementar medidas de ahorro y realizar un seguimiento del progreso hacia la descarbonización.

Con OpenBlue, los propietarios de edificios pueden monitorizar sus objetivos de sostenibilidad y demostrar su compromiso con las normativas medioambientales y de eficiencia energética. Además, la plataforma permite reducir el trabajo necesario para recopilar datos de consumo energético, lo que ahorra tiempo y dinero a las empresas.

Beneficios de la descarbonización para la sociedad y el medio ambiente

La implementación de estas medidas no solo reducirá significativamente las emisiones de carbono, sino que también generará importantes beneficios sociales y económicos. Por un lado, la modernización de los edificios mejorará su eficiencia energética y, además, impulsará la creación de miles de empleos en toda la UE. Por otro lado, la reducción del consumo energético se traducirá en ahorros significativos en las facturas de servicios, beneficiando tanto a los propietarios como a los usuarios.

Asimismo, la lucha contra el cambio climático, respaldada por la eficiencia energética en el sector de la construcción, se consolidará como un pilar fundamental del Pacto Verde Europeo. Con el firme compromiso de alcanzar la neutralidad climática para 2050, la UE avanza hacia un futuro más sostenible, equitativo y resiliente para todos.

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