Calidad del aire interior de los edificios: riesgos y soluciones

Las personas pasan el 90 % de su tiempo dentro de los edificios. Por esta razón, es imprescindible asegurar unas instalaciones saludables, especialmente en los espacios de trabajo. Como veremos, velar por la calidad del aire interior (IAQ) es uno de los elementos clave para mejorar el bienestar y la salud de los trabajadores de tu empresa. 

Riesgos de una mala calidad del aire interior de los edificios

A menudo nos preocupamos por la contaminación del aire en el exterior. Sin embargo, la IAQ es un problema de salud pública igualmente urgente. Esto se debe al hecho de que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en espacios cerrados. Los factores que determinan la calidad del aire son la temperatura, la humedad, la ventilación y los contaminantes, como virus y bacterias. Estos son algunos de los peligros a los que nos exponemos cuando existe una mala calidad del aire:

  • Problemas de salud. Una IAQ deficiente puede aumentar el riesgo de cáncer, enfermedades respiratorias y enfermedades del corazón. Por otro lado, los estudios apuntan la existencia del Síndrome del Edificio Enfermo. Así pues, en determinados edificios, las personas sanas pueden experimentar síntomas como secreción nasal, piel seca, tos o sibilancias. 

  • Disminución de la productividad. La mala calidad del aire interior también puede tener elevados costes para las empresas. Esto se debe al hecho de que reduce la productividad al año por empleado. 

Así pues, podemos concluir que una mejora en la IAQ, además de mejorar la salud de los empleados, reduce los costes económicos de cualquier negocio.  

Conoce OpenBlue Clean Air

Para garantizar una buena IAQ, Johnson Controls pone a disposición el paquete de soluciones OpenBlue Clean Air. Por un lado, su compromiso es adherirse a las directrices establecidas por organizaciones expertas como la OMS, CDC y EUROVENT. Por otro lado, su objetivo es garantizar la salud y reducir el consumo de energía de las instalaciones de sus clientes. 

Por esta razón, OpenBlue Clean Air incluye tecnologías para supervisar y mejorar la calidad del aire de los edificios. Primero, analiza el funcionamiento de los sistemas para, después, determinar la mejor manera de aumentar el suministro de aire limpio. Algunas de sus soluciones son:

  • Métodos de ventilación y ajustes óptimos de temperatura y humedad. Los equipos de climatización HVC se centran en el tratamiento del aire y un correcto control de la temperatura para desestabilizar la transmisión de patógenos. 

  • Opciones de filtración que aumentan la recolección de partículas para purificar el aire interior. Un ejemplo es la unidad móvil modular de ventiladores HEPA. Este equipo está equipado con un filtro HEPA H13 o superior y puede capturar partículas con un tamaño de ≥ 0.03 μm. 

  • Irritación germicida ultravioleta (UVGI) o métodos de ionización bipolar (BPI) para inactivar organismos como bacterias, gérmenes o virus. 

Open Blue Healthy Buildings

OpenBlue Clean Air se puede combinar con otros paquetes de soluciones englobados dentro del servicio OpenBlue Healthy Buildings. Así pues, se pueden complementar las soluciones que mejoran la salud de los empleados y reducen los costes mediante el uso de tecnologías dedicadas al análisis de datos y la inteligencia artificial. De esta manera, se asegura un abordaje holístico en la construcción de edificios saludables, rentables, sostenibles e inteligentes.

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