¿Conocéis unas viñetas de un tal Andy Riley que se llaman “Los conejitos suicidas”? Los dibujos mostraban a estos pequeños, suaves y tiernos seres en decenas de estrafalarias maneras de quitarse la vida y tuvieron bastante éxito. Pues bien, uno de los últimos vídeos de moda de Internet es una campaña sobre seguridad del Metro de Melbourne que sigue la estela de esos pequeños animalitos, con el lema “Be safe around trains” (algo así como “Ten cuidado cerca de los trenes”). El vídeo es francamente encantador y está protagonizado por unos adorables muñequitos. Pero lo que llama la atención es que estos pequeños seres van muriendo uno tras otro, cada uno de forma más absurda que el anterior. Y entre serie y serie de muertes estúpidas cantan a coro el estribillo de una increíblemente pegadiza canción.
El vídeo se llama “Dumb ways to die” (formas tontas de morir) y la naïf canción que suena se ha convertido en un en un hit mundial instantáneo en iTunes. El grupo encargado del tema se llama Tangerine Kitty, y está compuesto por Ollie McGill (de The Cat Empire) y Emily Lubitz (de Tinpan Orange) McGill ha declarado que nunca soñó que algo que él hubiera compuesto podría llegar a ser tan viral. El vídeo, de la agencia McCann, lleva en un par de semanas cerca de 30 millones de visitas, lo que se dice pronto. Y sigue subiendo. Por lo visto es el vídeo viral de más éxito jamás hecho en Australia.
Formas tontas de morir
La campaña avisa sobre diferentes estúpidas formas de morir: prenderte fuego al pelo, tomar medicamentos caducados, comerte un tubo de superglue, tener una serpiente de cascabel como mascota, aprender a pilotar un avión tú solo, quitarte el casco en el espacio exterior… Y lo que más importa en este caso: permanecer en el filo de un andén del metro, cruzar las vías, saltarte un paso a nivel con el coche… Como dicen en la página web de “Dumb ways to die” (que además es interactiva y apretando sobre los muñequitos en cuestión se ponen en acción) para la mayoría de nosotros estos consejos son completamente innecesarios. La mayoría de la gente es capaz de reconocer por sí mismos que los trenes son grandes, rápidos y que no hay que hacer el tonto con ellos. Pero por desgracia algunos pocos no captan la idea. Y para ellos es esta campaña. Para evitar un apagón cerebral, que hagan algo estúpido y les atropelle un tren.
Una campaña de seguridad de un éxito tan brutal que ni ellos mismos se lo esperaban. Con un sentido del humor (negro, eso sí) tremendo que la hace irresistible. Aquí os dejamos el vídeo “Dumb ways to die”. Y os recomendamos que también echéis un ojo a la web, que no tiene desperdicio.