Consejos de seguridad navideños para evitar el hurto en el comercio

SXC / Yez FotoYa hemos comentado varias veces en este blog que la Navidad es la época comercial por excelencia del año. Las tiendas están ahora llenas de gente, algo que también los ladrones aprovechan para llevar a cabo sus fechorías, protegidos por la multitud. Por eso, en este post damos algunas pistas sobre el modus operandi de los ladrones, para ayudar al comercio a reforzar sus medidas de seguridad y facilitar la prevención del hurto.

El momento elegido para actuar por los ladrones suele coincidir con los de mayor afluencia de público en las tiendas, los fines de semana y los periodos de concentración de compras, como las semanas previas a la Navidad o las rebajas. Según los datos de Tyco, los hurtos aumentan hasta un 40% durante el periodo navideño. Los delincuentes más organizados aprovechan momentos en los que los empleados suelen estar menos atentos, como la apertura, el cierre o los cambios de turno.

Entre los artículos preferidos por los ladrones se encuentran los objetos de pequeño volumen, pero con un alto valor, como los perfumes y cosméticos, accesorios y complementos, teléfonos y pequeños electrodomésticos o cuchillas de afeitar. En los últimos tiempos se ha observado un aumento del hurto en el tramo de la alimentación. Aquí también, los ladrones prefieren artículos de mayor valor, como embutidos, quesos o botellas de licor.

El modus operandi de los ladrones habituales es cada vez más complejo. Generalmente, los delincuentes realizan un rápido análisis de las medidas de seguridad presentes en el comercio para detectar posibles fallos y buscan su oportunidad en aquellos establecimientos donde las medidas de seguridad son mínimas o inexistentes. Algunos ladrones llegan a utilizar dispositivos específicos, como bolsas metalizadas o inhibidores de frecuencia, para sortear las medidas de seguridad de los comercios.

No existe un perfil definido para identificar a los posibles ladrones. Ni la edad, ni el sexo, ni la raza o el nivel social son aspectos determinantes. Pero sí hay algunos comportamientos que deben despertar la alerta de los comerciantes, por lo que deberían prestar especial atención:

– Cuando un cliente pasa más tiempo mirando a los dependientes que comprando.

– Clientes que llevan grandes abrigos, especialmente cuando hace calor.

– Usuarios que parecen nerviosos y cogen prendas al azar, sin mostrar interés.

– Grupos, especialmente de jóvenes, que entran en la tienda llamando la atención.

Consejos  para evitar el hurto en el comercio

– Los sistemas antihurto y cámaras de seguridad no solo protegen los artículos, también tienen un efecto disuasorio. Colócalos de forma que estén claramente visibles. Especialmente en los puntos más vulnerables, como la entrada a los probadores o las salidas de emergencia.

– Las medidas antihurto no deben interferir en la experiencia de compra de los clientes: es importante que puedan ver correctamente todos los productos, y en la medida de lo posible, tocarlos y probarlos. Hoy en día existen sistemas de protección efectivos que permiten hacerlo.

– Los comercios deben preocuparse por la seguridad desde el diseño inicial de la tienda. Lo ideal es planificar la tienda de forma que los clientes deban pasar por delante de la caja antes de salir. También es conveniente no exponer productos junto a la puerta. Es necesario mantener el espacio siempre limpio y ordenado. No sólo da mejor impresión a los clientes, también ayuda a los empleados a controlar que no falte ningún producto.

– Los empleados son el activo más importante para evitar el hurto. El número de dependientes tiene que ser suficiente y deberían estar formados en técnicas de vigilancia, para identificar y evitar los comportamientos habituales de los ladrones. Deben estar atentos en cada momento y saludar a todos los clientes que entran en la tienda, especialmente los que tienen comportamientos sospechosos.

– El hurto interno es una de las causas principales de pérdidas en el comercio. Es posible evitarlo con medidas de protección como cámaras de vigilancia, aunque pueden transmitir una sensación de desconfianza en los empleados. Por ello, es conveniente establecer sistemas y medidas operativas y de gestión que permitan realizar un seguimiento efectivo del inventario, de las operaciones de caja y del almacén.

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