¿Es adecuada la seguridad en los estadios de fútbol de nuestro país?
Dos incidentes, en una misma semana y de importante eco en los medios, han puesto en duda la eficacia de las medidas de seguridad en los estadios de fútbol. El pasado 15 de febrero, a falta de tres minutos para que se cumpliese el tiempo reglamentario, y justo después de que el Celta se pusiese por delante en el marcador, una persona lanzó al césped del recinto amarillo del Villareal un bote de gas lacrimógeno que obligó a detener el encuentro y a desalojar el estadio castellonense. Finalmente, el partido se reanudó prácticamente sin público y el Celta acabó por llevarse la victoria por 0-2. Días después, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte del Ministerio de educación, cultura y deporte dictaminó una multa de 4.000 euros al Villarreal, a pesar de que destacó para bien la labor llevada a cabo por los servicios de seguridad del estadio, al considerar su “gran profesionalidad” para vaciar el recinto por completo en menos de diez minutos. Sin embargo, todavía no se ha encontrado al culpable.
Días antes tuvo lugar otro incidente relativo a la seguridad en los estadios por el que el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado al Atlético de Madrid con el pago de una multa de 600 euros. La razón: el mecherazo que recibió el portugués Cristiano Ronaldo el pasado martes en el descanso del partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey celebrado en el Vicente Calderón. El organismo apunta en su resolución de este viernes que se trató de un “hecho aislado“, que el objeto lanzado no tiene “prohibida su introducción en recintos deportivos” y que, “afortunadamente, no causó daño o lesión al jugador que recibió el impacto, ni interfirió en el normal desarrollo del encuentro“. Pero consideran que es merecedora de multa “al no poder imponerse dicha sanción en su grado mínimo o, incluso, permitir la exención de responsabilidad del club anfitrión, por no haber identificado convenientemente al autor del deplorable hecho“, aunque destaca “el loable esfuerzo” del club rojiblanco en las medidas de seguridad adoptadas. La sanción es consecuencia de la infracción del artículo 110 del Código Disciplinario de la RFEF, “con la advertencia de que en lo sucesivo ponga especial celo a la hora de evitar incidentes similares y, en su caso, identificar a los espectadores causantes de los mismos, así como el apercibimiento de las eventuales consecuencias disciplinarias que podrían derivarse de la reiteración de hechos análogos“.
La seguridad en los estadios, en tela de juicio
El caso es que estos hechos han puesto en tela de juicio la seguridad en estadios de fútbol y otros recintos deportivos. La imposibilidad de identificar a ninguno de los culpables de estos actos vandálicos, a pesar de las cámaras de videovigilancia en los estadios, ha hecho saltar las alarmas y preguntarse si se ha bajado la guardia en este aspecto. Como comenta el presidente de la FIFA en el prólogo del documento sobre especificaciones técnicas y requisitos de los estadios de fútbol, “Estos edificios en los que se congregan miles de personas, semana a semana, mes a mes y año a año, deben cumplir criterios muy estrictos en términos de confort y seguridad.” Aquí podéis echar un ojo también al Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios.
Todos los clubes tienen unas normas de acceso que se deben de seguir (como ejemplo las del acceso al Bernabéu) pero en ocasiones parece que hay sujetos que consiguen esquivarlas. Por suerte estos hechos aislados en España sólo son un pequeño toque de atención comparado con incidentes recientes como los ocurridos en Brasil en diciembre, en un partido entre el Atlético Panaerense y el Vasco da Gama, con seguidores que se perseguían por las gradas para golpearse unos a otros con palos y armas de fabricación casera. Y es que al menos 30 personas han muerto en incidentes dentro y en los alrededores de los estadios brasileños durante el año pasado. Unos enfrentamientos que recuerdan a los peores días del fútbol europeo en los años 80.
Brasil es el peor ejemplo, pero no hay que bajar la guardia porque como afirmaban los resultados de un estudio encargado por Tyco, el 70% de los españoles consideraba el del fútbol como uno de los entornos más inseguros. Así que hay que estar alerta, la Liga de Fútbol Profesional, la Federación y el Gobierno deben coordinarse, revisar todos los protocolos y entre todos poder disfrutar de la máxima seguridad en los estadios de fútbol.
Pingback: La seguridad en Brasil durante el Mundial 2014