El ránking mundial sobre la atención sanitaria publicado recientemente por la revista “The Lancet”, sitúa a España en el octavo puesto, con 90 puntos sobre 100. El estudio ha sido financiado por Fundación Bill y Melinda Gates y evalúa a 195 países de todo el mundo.
La lista la encabezan Andorra, con 95 puntos, Islandia, con 94 puntos y Suiza con 92. El baremo del informe “Impacto Global de la Enfermedad” mide los ratios de mortalidad para 32 enfermedades desde 1990 y hasta 2015.
España supera en atención sanitaria a Italia, Francia e incluso Alemania, gracias a los 15,7 puntos que ha sumado en los últimos 25 años. En igualdad de puntuación encontramos a Suecia, Noruega, Australia, Finlandia y los Países Bajos.
Somos excelentes contra la difteria, tétanos y sarampión
En España somos excelentes en el tratamiento de la difteria, el tétanos y el sarampión con 100 puntos, 99 puntos en desórdenes relacionados con la maternidad y también en infecciones respiratorias.
En la atención sanitaria en España lo que está peor valorado, de peor a mejor, son la cura para el linfoma de Hodgkin, la leucemia, enfermedades biliares y el cáncer de piel sin melanoma.
Cabe destacar que el informe pone de relieve que aún con las mejoras en los tratamientos médicos de los últimos años, las diferencias en la atención sanitaria entre países no ha dejada de crecer.
Los países peor valorados en atención sanitaria
Los sistemas sanitarios peor valorados están en la región del África subsahariana y el sur de Asia. En el último puesto del ránking encontramos la República Centroafricana y le siguen Afganistán, Somalia, o Haití, entre otros.
Destaca entre los datos, que algunos países aún teniendo una de las mejores economías del mundo, tienen puntuaciones relativamente bajas en algunos aspectos de la atención sanitaria.
Por ejemplo, Islandia con 94 puntos de media, tiene solo 63 puntos en el cuidado del linfoma de Hodgkin, o Noruega con 90 puntos, solo saca 65 puntos en cáncer testicular, o por ejemplo, Australia con 90 puntos también, solo obtiene 52 puntos en cáncer de piel sin melanoma.
Una economía fuerte o una tecnología médica de vanguardia no garantizan una buena atención sanitaria, pero sí que ayudan a conseguirla. El uso de la tecnología en el sector sanitario puede conllevar riesgos si no se usa adecuadamente. Aunque si se usa de forma correcta puede ayudar incluso a saber la esperanza de vida de los enfermos de corazón.