Cámaras en el cuerpo, pistolas inteligentes y dardos de rastreo son algunos de los ejemplos de cómo puede aplicarse el internet de las cosas en el campo de la seguridad policial. Por supuesto, estos avances en la tecnología también marcan un profundo cambio en nuestra concepción de privacidad, ya que como siempre nos plantean cuestiones éticas a valorar.
Hoy en día, y desde 2013, algunos departamentos policiales como el Departamento de policía de Austin, Texas, ya utilizan proyectiles con localizadores gps para disparar contra los fugitivos y así detectar su localización sin necesidad de realizar una peligrosa persecución. Este sistema, no solo ayuda a encontrar mejor a los fugitivos sino que al mismo tiempo protege más a los propios policías.
Un sistema muy útil que puede rastrear a sospechosos durante días y meses y ser localizables en cualquier hora y lugar.
El internet de las cosas en el campo de la seguridad policial
A parte de los dardos de rastreo, también se han incrementado los equipos de policías que van dotados de cámaras de videovigilancia que filman todos sus movimientos, así como de un sensor en las pistolas que registran todos los disparos y pueden notificar en cualquier momento cuando se ha producido el disparo, en qué lugar, si han desenfundado el arma o la han descargado entera.
Las quejas por maltrato policial han disminuido un 90%
El incremento de estos sistemas se ha producido, sobre todo, después del tiroteo que causó la muerte a Michael Brown en Ferguson. Estos sistemas de vigilancia actúan como una especie de tercer ojo que puede ayudar a evaluar el comportamiento policial de una manera imparcial. Los resultados de este sistema son espectaculares.
Desde febrero del 2012 las quejas por maltrato policial han disminuido en un 90% en comparación a los 12 meses anteriores y el uso de la fuerza de los oficiales ha caído en un 60% . Es como si la gente, al saber que les están filmando se comporta de otra manera a la que lo haría sin ser observado ya que saben que existe un testigo en cada momento.
Tecnología versus privacidad
Son evidentes los beneficios de toda esta tecnología a la hora de reforzar el trabajo policial, pero también tenemos que valorar lo que supone para nuestra privacidad. Son herramientas que nos permiten ver y saber más que nunca, y que nos plantean diferentes cuestiones como: ¿cuándo las cámaras deben apagarse? ¿Cualquier situación puede ser filmada? ¿Qué implicaciones tiene todo esto para nuestra privacidad?
Así, mientras que un sistema de sensores en Denver pueden determinar la ubicación de un tiroteo y localizarlo en pocos segundos, y supone una herramienta muy útil para protegernos y salvaguardar a la población en general, al mismo tiempo también es capaz de captar conversaciones en cualquier parte de la ciudad.
A pesar de todas estas cuestiones, es evidente que la integración del Internet de las cosas en nuestro día a día, y en este caso en los departamentos policiales, es una tendencia al alza y un hecho imparable que puede mejorar mucho nuestra vida y hacernos sentir más protegidos y seguros.
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