El uso de la tecnología se ha integrado por completo en nuestras vidas. Sobretodo el uso de los teléfonos móviles o smartphones, que forman parte del día a día. Los medios de transporte son uno de los lugares donde más se utilizan estos dispositivos, por lo que los riesgos de conducir usando este dispositivo aumentan considerablemente.
Las distracciones al volante son la principal causa de siniestralidad en España, y debido al aumento del uso de aplicaciones de mensajería o redes sociales, el peligro de sufrir un accidente es aún mayor. Los mensajes instantáneos al igual que otras redes sociales, pueden distraer al conducir en la medida que, para leer el mensaje o actualizar nuestros perfiles, la atención en la conducción la desviamos. Un segundo de distracción basta para ponernos en situación de peligro.
Riesgos de conducir y usar nuestro smartphone
Técnicamente, el uso de los smartphones no está recogido expresamente en el código de circulación. En el artículo 18 se recoge la prohibición del uso de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, «excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares».
Según datos de la Dirección General de Tráfico, se estima que el 15% de los conductores españoles utiliza un «smartphone» al volante y se calcula que al escribir un mensaje mientras se conduce, el conductor aparta su mirada de la carretera una media de 4,6 segundos. En ocasiones se ha dado el caso que el mensaje enviado no recibe el famoso «doble check» que advierte que se ha enviado correctamente y su espera, al volante puede provocar auténticos riesgos, como recogía una campaña de publicidad en EEUU en la que daba cuenta de un joven fallecido en Colorado en 2013. También en EEUU tuvo lugar un accidente de una joven que conduciendo se hizo un selfie, subió la foto a su perfil de Facebook y un minuto después murió.
Estos ejemplos deberían ser suficientes para concienciarnos y no usar el teléfono móvil al volante. Hacerlo multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente, según datos de la Dirección General de Tráfico, que recuerda que conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, se consideran infracciones graves y están sancionadas con una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carné de conducir.