Cómo proteger tu wifi de posibles intrusos

Cómo proteger tu wifi Si tienes una red WiFi en casa y nunca has revisado la configuración de tu router es posible que tengas una red abierta. Eso supone que cualquier persona que reciba tu señal desde su dispositivo podrá conectarse a ella sin tu autorización expresa.

Y aunque tengas una red protegida por una contraseña, hay ciertos parámetros en la configuración de tu router muy fáciles de franquear para acceder de igual manera a tu red. Si quieres asegurarte de estar disfrutando de tu red WiFi de forma segura y privada, puedes realizar una sencilla investigación para detectar posibles intrusos.

¿Cómo detectar intrusos?

Una de las maneras más sencillas de comprobar si alguien está utilizando tu red sin tu autorización, es pagar todos los dispositivos de tu casa conectados a esa red. Una vez todos se han desconectado, las luces que muestran la actividad de tu router deberían dejar de parpadear intermitentemente por el cese de la actividad. Si las luces continúan parpadeando, será la muestra inequívoca de que tenemos un intruso en la red.

Para poder identificar al intruso hay diferentes herramientas que puedes instalar en tu ordenador y así descubrirlo. Dependiendo de tu sistema operativo necesitarás una herramienta determinada, aquí te recomendamos algunas de las más utilizadas:

  • Microsoft Windows: Wireless Network Watcher, Microsoft Network Monitor
  • Android: Fing, Network Discovery, Net Scan
  • iOS: Fing, IP Network Scanner, iNet

La solución definitiva: proteger tu WiFi

Independientemente de quién sea el intruso que se está aprovechando de tu red, la mejor solución y definitiva es cambiar la configuración de tu WiFi para convertirla en una red segura.

Las medidas de seguridad más recomendables son:

  • Cambia la contraseña del router por defecto o asígnale una si no la tenías. Ahora ya no es tan común pero aún se pueden encontrar algunas redes abiertas que no solicitan una clave de acceso para conectarse. Lo primero que debes hacer en estos casos es cerrar tu red y crear una contraseña para evitar el acceso libre. Debemos configurar una contraseña que no sea trivial, ni fácilmente identificable. Aplica estos criterios mínimos para garantizar tu seguridad: 12 caracteres con mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
  • Cambia el nombre de la WiFi o el SSID. Otra configuración que viene por defecto es el nombre de tu red. Lo mejor es personalizarlo y asignarle un nombre que no sea identificable con nuestro operador o con la contraseña.
  • Mejora la seguridad para acceder a la configuración. El acceso al panel de configuración solicita también una contraseña que nos suelen facilitar con la documentación del dispositivo. Suelen ser muy típicas y sencillas “1234” o “admin”. Sustituye esta contraseña para garantizar que no se pueda acceder a tu panel fácilmente.
  • Si te vas un alarga temporada, apágalo. No hay motivo para dejar nuestro router encendido cuando nos vamos ausentar de nuestro hogar por una larga temporada, o incluso por unos días. Además de evitar intrusos en la red, disfrutaremos de un pequeño ahorro energético.

Otras recomendaciones más complejas que puedes llevar a cabo si entiendes estos términos o cuentas con la ayuda de un informático son los siguientes:

  • Asigna el sistema de seguridad más avanzado. Dentro de las opciones de seguridad del router, existe la opción de seleccionar WPA2, un sistema cifrado o de encriptación que mantendrá protegida tu red.
  • Crea una restricción de dispositivos. Existe la posibilidad de restringir los equipos que pueden conectarse a tu red a través de su dirección MAC concreta. La MAC es un identificador único de cada dispositivo de red, por lo que podríamos averiguar esta información de cada uno de nuestros dispositivos y darles acceso desde el router impidiendo así el acceso de cualquier otro dispositivo no memorizado.

Las consecuencias de tener intrusos en tu red

Los riesgos de tener una WiFi abierta, que cualquier persona que esté en un radio cercano pueda conectarse, son varios:

  • Reducción de la velocidad: Dependiendo del número de dispositivos conectados y del uso que hagan, pueden disminuir cualitativamente tu servicio.
  • Robo de información: Personas conectadas a tu red pueden acceder a la información transmitida si tus ajustes de configuración no son los adecuados.
  • Conexión a nuestros dispositivos: Un intruso con conocimientos específicos podría aprovechar el acceso a nuestra red para entrar a nuestros dispositivos y a toda la información que guardamos en ellos.
  • Responsabilidad ante acciones ilícitas. Cada titular del contrato de servicios de Internet es el responsable final de todo lo que ocurra vinculado a esta red WiFi. Al conectarnos se nos asigna una dirección IP que nos identifica a nosotros y a todas las acciones que realizamos en Internet. Si alguien accede con nuestra dirección IP y realiza acciones ilícitas, puede acarrearnos problemas muy serios.

Teniendo en cuenta las posibles consecuencias, es necesario prestar atención a la configuración de nuestra red y dedicarle unos minutos para asegurarnos que nuestra WiFi es segura y ni nosotros, ni nuestros dispositivos corren ningún peligro.

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